En otoño, con el cambio de tiempo y de rutinas, el sistema inmune se debilita y es fácil sufrir resfriados y enfriamientos. Esto puede durar hasta que llega la primavera, cuando aparece la mayoría de las alergias, rinitis… Y en verano ¡cuidado con los aires acondicionados!
¿Cuál es uno de los síntomas comunes a todas estas problemáticas? La congestión nasal. Esta puede ser más líquida o puede ser más densa, llegando a formar un taponamiento. Es un proceso molesto en los inicios, siendo agotador si se prolonga en el tiempo, e incluso complicarse si baja a pecho y pulmones.
Por ello es preciso que las fosas nasales estén desbloqueadas y que la mucosidad descienda. No hay que esperar a que se agrave la situación, y en el siguiente vídeo os explico dos sencillos métodos que se pueden usar desde el nacimiento durante toda la vida.
Si queréis aprender a realizar un botiquín natural para tratar las problemáticas más comunes durante la primera infancia, os invito a descubrirlo a través del Taller Online.