Seguridad en el coche ¿sólo importa que vayan ACM?

Mucho se habla en los últimos años de llevar a contra marcha, sobre todas las implicaciones y las diferencias que hay respecto a llevar a los niños a favor de la marcha. Pero ¿basta con comprar una silla ACM (a contra marcha)? Mi respuesta es no. Y ahora os cuento el porqué con nuestra experiencia personal.

Hace dos años, cuando nació nuestro hijo, nos prestaron un capazo con sistemas de sujeción. Padres primerizos que poco sabían en aquel entonces sobre estos temas, como le pasa a la mayoría de las familias. El bebé no iba cómodo y, lo que es peor, no iba seguro. Ese es mi parecer, porque aunque sean capazos homologados, no veo la seguridad en sujetar al bebé con una banda en el abdomen. ¿Y si el coche da varias vueltas de campana? No quiero imaginar las repercusiones de tales impactos.

El siguiente paso fue comprar una silla a contra marcha. Fuimos a unos conocidos grandes almacenes: craso error. No hay una gama amplia y, lo peor, no son especialistas así que no tienen ni idea de lo que venden ni de lo que supone el usar una u otra silla. Añado que no tenemos isofix y la silla no tenía base anclada al suelo, así que la silla iba siempre un poco «bailonga».

Con los dos años se han juntado dos circunstancias: llevábamos un tiempo viendo que eso no era seguro y pensando en cambiar la silla, y que llegábamos a los 13 kilos, momento en el que esa silla tenía que cambiarse a favor de la marcha. Se puede buscar por internet qué opción es la que más se adecúa. Nosotros teníamos claro el modelo que queríamos pero eso solo es el inicio de la compra.

Decidimos esta vez ir a una tienda especializada, Nordic Baby (hay que decirlo, sobre todo cuando el servicio es tan maravilloso). Y os voy a contar cómo fue la compra para que sepáis qué tener en cuenta cuando vayáis a comprar un sistema de retención para el coche.

• Atención personalizada. No en cuanto a los adultos, sino en cuanto al niño: dependiendo de su estructura, de sus percentiles por así decir (altura y peso/grosor corporal). Siempre se tiene en cuenta que el niño vaya cómodo al tiempo que seguro, por ello se sienta al niño en la silla dentro de la tienda.
• Necesidades. A corto, medio o  largo plazo; cuántos coches; requerimientos del comprador.
• Revisión del coche. Sí, tal cual. Que revisen el coche porque cambia mucho si tiene o no isofix, si los asientos son más rectos o más reclinados, si techo más alto, si tiene tres o cinco puertas, etc. Según las características puede convenir más una u otra silla.
• Probar la silla escogida en el coche para ver si se ajusta y si es la elección definitiva.
• Instalación de la silla con una lección sobre colocación de la base, de la propia silla, de los arneses, así como sobre cómo tienen que ir los arneses, cuándo cambiar la altura de cabezal y arneses, etc.
• Instalación por parte del comprador. Me parece muy importante que los padres, o quienes llevemos la silla, hagamos una instalación con el especialista al lado, para que nos quede claro cómo tiene que ir colocada de manera segura.
• Servicio postventa. Sí, como cuando compramos un coche. Por ejemplo, cuando haya que cambiar el sentido para ir a favor de la marcha, que sea posible ir y recibir asesoramiento sobre la correcta colocación.

De la tienda salimos con una silla segura, adecuada y cómoda y, no menos importante, con la tranquilidad de llevarla correctamente instalada.

Muchos diréis que estáis muy informados porque habéis leído y visto charlas al respecto. Nada que ver, estamos hablando de personalización, porque, como en la crianza, cada niño, cada familia y las necesidades son distintos.

Y vosotros ¿habéis tenido en cuenta todos estos aspectos?