La importancia del descanso en el embarazo y cómo favorecerlo

Dormir es importante. Tomarse descansos es importe. Eso lo sabemos. No importa si estamos en plena forma, si estamos enfermos, si hay estrés, si estamos de vacaciones, si nos dedicamos al cuidado de la familia o hasta arriba de trabajo o actividades.

Ahora incluyamos en cualquiera de estas circunstancias la gestación de un pequeño ser que primero es diminuto y acaba pudiendo pesar, de media, más de tres kilos. Y no hablo de los kilos que sume en total la mujer, que si son muchos pueden acarrear más agotamiento y dificultades de movimiento, así como pesadez y dolores en piernas y espalda.

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Durante el primer trimestre el cuerpo está en plena revolución de cambios tanto hormonales como físicos. Un nuevo ser desconocido está anidando dentro. El cuerpo femenino tiene que modificar la administración de los recursos para repartirlos entre madre e hijo. Ni qué decir del agotamiento que supone el baile de emociones, sentimientos y pensamientos. Es necesario respirar profundo y buscar momentos de reposo, así como dormir un mínimo de ocho horas para reponerse al tiempo que se deja al cuerpo realizar sus funciones nocturnas: recargar energía, limpiar el organismo gracias al ayuno entre cena y desayuno, y centrarse en la reconstrucción y «rehabilitación» de estructuras dañadas o envejecidas.

El segundo trimestre es un mar en calma casi siempre. La sensación de plena energía vuelve y nos sentimos con capacidad para acometer cualquier tarea que se nos ponga por delante o se nos ocurra. Eso no significa que no haya que descansar: es necesario prepararnos para la recta final.

El tercer trimestre es físicamente duro. El bebé crece mucho más rápido, los kilos llegan más deprisa, el peso a soportar es mayor. Y no solo es un tema físico. Se acercan muchos cambios y llegan los nervios tanto por el parto como por lo que implica tener un hijo. A todos los cuidados que podemos otorgarnos en cuanto a alimentación, suplementación y terapias, no hay que olvidar el descanso. Siesta a media tarde (o cuando el cuerpo lo pida) y un sueño profundo y reparador por la noche. Por eso considero que las mujeres embarazadas deberían poder dejar de trabajar antes de la semana 37. Como mucho trabajar hasta la semana 34 para poder disfrutar de las últimas semanas y dedicarlas a su autocuidado.

El cuerpo femenino tiene que modificar la administración de los recursos para repartirlos entre madre e hijo. Ni qué decir del agotamiento que supone el baile de emociones, sentimientos y pensamientos.

Y ahora diréis: todo esto está muy bien pero ¿qué podemos hacer si no conciliamos el sueño? ¿si no disponemos de horas? ¿si nuestro sueño es ligero? ¿si tenemos mil despertares? ¿si no podemos volver a dormir?

Dejar el estrés de lado. Qué fácil es decirlo y qué difícil hacerlo. A todo lo estresante de nuestro día a día tenemos que añadir nuestros cuidados físicos, los preparativos del parto, de lo que viene después… Cada una tiene que buscar una práctica que se adecúe más a su persona y con la que empatice: yoga, mindfulness, danza… no tiene por qué ser algo estático, sencillamente una práctica que permita evadirse y dejar la mente lejos de preocupaciones durante un rato.

Siesta siempre que sea posible. Creo que esto es obvio pero hay que recordar que podemos delegar tareas para descansar ni que sean 20 minutos. ¿Y los días de trabajo? A buscar un espacio tranquilo donde sentarnos o recostarnos y cerrar los ojos 10 minutos, una o mejor dos veces durante la jornada laboral.

Oxigenar el organismo y la mente con aire puro siempre que sea posible. Ir a caminar a la naturaleza, a poder ser lejos de ruidos, humos, etc para respirar aire limpio. Si no puede ser, buscar parques por los que dar un paseo diario. No es lo mismo que la primera opción pero hay que jugar con lo que tenemos a nuestra disposición.

Eliminar ingesta de excitantes. Por descontado cafeina y teina (que al final son lo mismo), aunque también alimentos con azúcares. Además es recomendable evitar los alimentos de alto aporte energético (carbohidratos) durante la tarde y la noche. Y cero tabaco 😉

– Tomar alimentos ricos en magnesio como frutos secos, yogur, cereales integrales, albaricoque, zanahoria, sésamo crudo, trigo sarraceno, lentejas, manzana, remolacha, pomelo, mijo, avena, legumbres, semillas de calabaza crudas, col, germen de trigo, salvado de trigo…

– Tomar alimentos ricos en triptófano, sobre todo para cenar, como huevo, pescado azul, lácteos, almendras, pistachos, anacardos, rúcula, berros, espinaca, calabaza, espárragos, coliflor, patata, apio, cebolla, lechuga, pepino, fresa, aguacate, mango, papaya, arándanos, melocotón, uvas, lentejas, garbanzos, guisantes, judías, habas, arroz salvaje…

Suplementación de vitamina B. Aunque se encuentran alimentos ricos en ciertas vitaminas de este grupo, es preferible, durante el embarazo, tomar un complejo que incluya todo el grupo puesto que también están preparados para una mejor asimilación.

– Para el agotamiento hay que tener controlados también los minerales. En conjunción de vitaminas y minerales, recomiendo Floradix, del cuál ya he hablado en más de una ocasión, tanto para embarazo como para posparto.

Reflexología podal. Sí, muy recomendable. Podéis asistir a un reflexólogo especializado en maternidad para solventar diversas problemáticas típicas del embarazo así como para relajar el sistema nervioso. Además se puede enseñar a la pareja a realizarlo.

Oligoelementos. En concreto Magnesio, un potente regulador del sistema nervioso y del sistema muscular. Favorece la relajación muscular y combate el insomnio.

– Aromaterapia. Durante el embarazo hay que tener cuidado con el uso de los aceites esenciales, sobre todo vía oral o tópica (ni qué decir que no deben aplicarse sobre el abdomen ni en la zona dorsal). Tampoco es recomendable su uso durante el primer trimestre. Se pueden usar a modo de vaporización con vaporizadores o quedamores de aceite. Los aceites esenciales de lavanda o de manzanilla actúan como relajantes a todos los niveles (físico, mental y emocional).

Me despido no sin antes recordaros que como naturópata y reflexóloga especializada en maternidad, estoy disponible en info@puerinatura.com . En consulta se revisa alimentación adecuada, hábitos saludables y se utiliza la terapia que más convenga en ese momento.

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