Por qué regalar un Aloe Vera cuando nace un bebé

Cuando nace un bebé en nuestro entorno, es frecuente que nos cueste encontrar un regalo original y al tiempo práctico. Canastillas, tartas de pañales, peluches, ropa… eso lo regala todo el mundo.

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¿Qué tal si rompemos la norma? Si disponen de espacio en casa, os propongo que regaléis una planta de Aloe Vera, a poder ser que tenga al menos cinco años. Y ahora diréis «si no es una planta bonita… el bebé no va a hacer nada con ella… pues vaya regalo soso…». Y por eso os voy a contar las utilidades del aloe vera en la primera infancia, para que veáis cuán útil puede llegar a ser.

Dentición

Se extrae el gel de la hoja de aloe, se corta en barritas del tamaño del dedo meñique adulto (tamaño medio, claro). Cada una de esas barras se envuelve en papel transparente de cocina, se meten todas en un recipiente y al congelador.

Cuando hay muestras de molestias debido a la inflamación de las encías, se saca una de las barritas del congelador, se le quita el envoltorio y se pasa por las encías. Al efecto calmante y antiinflamatorio se une el frío, por lo que raro es el bebé que lo rechaza.

Y no os preocupéis si al final se lo traga, es poco lo que queda y es un buen calmante digestivo 😉

Eccemas, dermatitis

Para calmar la irritación y las erupciones, es muy eficaz el uso de gel de aloe a modo de hidratante. Simplemente hay que coger un poco de gel, untar la zona y dejar que absorba.

Si ya es un bebé o niño con mucha movilidad, es práctico poner una tira de gel sobre la piel y cubrirla con una gasa esterilizada. De este modo no toca y el gel actúa.

Quemaduras

Sea quemadura directa (agua caliente, tocar una olla…) sea por el sol, se puede aplicar una cataplasma de gel de aloe: se pone una tira de gel sobre la piel y se cubre con una gasa esterilizada.

El aloe tiene propiedades antisépticas, calmantea, refrescantes y regenerativas de la dermis.

Golpes

Al igual que con las quemaduras, se realiza una envoltura con gel de aloe. Eso sí, si hay herida abierta vamos a esperar a que deje de sangrar y empiece a cicatrizar, pasadas dos o tres horas.

Por las propiedades antiinflamatorias, sirve para bajar la hinchazón y reducir el hematoma.

Estreñimiento

Teniendo en cuenta que se trata de una planta, hay que considerarla como un alimento más. Por tanto no la usaremos en ingesta con lactantes exclusivos.

En bebés de menos de un año, empezamos con una cucharada de café al día. Llegados los 9 o 10 meses ya podemos dar una cucharada de postre al día. Cumplidos los 12-14 meses, se pueden dar dos cucharadas de postre al día, una por la mañana y una por la noche. ¿Solas? Al principio sí, para comprobar si le sienta bien. Si le cuesta tomarlo, tras comprobar que lo asimila correctamente, se puede mezclar con fruta triturada. Eso sí, no se va a cocinar el gel nunca.

Reacción dérmica ante aceites, cremas…

Si una crema, gel, aceite, colonia u otro producto externo produce reacción en la piel del bebé, aplicamos una cataplasma de gel envuelta con gasa, tal como hacemos con las quemaduras.

Para prevenir grandes reacciones, es recomendable probar siempre los productos nuevos en la cara interna de la muñeca. En caso de reacción, se aplica el gel de aloe.

Picaduras de insectos

Si un mosquito, una hormiga, una araña u otro insecto pica al bebé, es importante observar la reacción de la piel y también el comportamiento general del niño. Sigamos nuestro instinto y si sospechamos que algo no va bien, directos a urgencias.

Sin embargo, la mayoría de las veces no hay consecuencias más allá de escozor e inflamación. En ese caso aplicamos el gel de aloe vera fresco, a poder ser de la nevera. No hace falta hacer una envoltura a no ser que esté muy inflamado.

En ninguno de los casos vamos a aplicar el gel cerca de los ojos.

Se usan siempre las hojas externas de la planta. Se pueden conservar envueltas en la nevera durante unos meses. Además solo vamos a usar el gel, que es la parte interna de la hoja. No se usa ni la corteza y lo que separa a ésta del gel: el acíbar, altamente irritante.

Y el bonus extra para los adultos, además de todas las ventajas anteriores, es el uso de las barritas congeladas de gel también contra las hemorroides. Sí, bien leído, las hemorroides. Sacamos una de las barritas del congelador, quitamos el papel transparente e introducimos la barrita hasta que quede a la altura de la hemorroide. Y ahí la mantenemos hasta que ya se nos hace un poco insufrible 😉 Mano de santo… o de Aloe mas bien.

Y ahora todos a buscar un Aloe Vera para tener en casa un botiquín en forma de planta.

2 comentarios en “Por qué regalar un Aloe Vera cuando nace un bebé”

  1. Pingback: ¿Aceites esenciales en la infancia? Precaución.

  2. Pingback: Picaduras de insectos veraniegos: cómo evitarlas y, si ya están, tratarlas.

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